(De fondo: La chica de la habitación de al lado, de Fran Perea... :$)

Hoy, camino de las clases con mi alumna (clases de matemáticas nivel 4ºESO, hora y media a la semana), en la misma avenida de Eduardo Dato, me he encontrado con Inma, Inma Avilés. Cuando la vi de lejos, me dio muchísima ilusión. Hacía ya mucho tiempo que no sabía de ella, desde que me la encontré un día con Sara en el autobús, así de escaqueo. Iba acompañada por dos chavales y una chavala. La ví, nos abrazamos, nos dimos un par de besos. Y lo de siempre: ?Qué tal? / Bien, ?y tú? / Bien también... ?Y esta gente?... Las cuatro preguntas típicas y el no menos típico ya te llamaré o el ya nos veremos. Ha sido tan extraño... No sé, supongo que lo normal después de estar un año sin llamarla ni hablar con ella salvo un par de veces que te la cruces en el bus, ?no?

Siento que tengo ganas de escribir aquí, que necesito pasarme por aquí y dejar testimonio de mi visita, pero no sé qué contar... Sólo que tengo millones de ganas de acabar. Mañana tenemos todos un pequeño kit-kat, vamos a comer muestras de la exquisita comida de la Escuela Superior de Ingenieros... Lo necesito. Que llevo 17 días sin ver a muchos de ellos. ??Qué asquito!!

Bueno, no creo que hayas podido encontrar mucho aquí... Vuelva usted mañana

Ojalá se te acabé la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta. Ojalá pase algo que te borre de pronto, una luz cegadora, un disparo de nieve

(De fondo: Fields of Innocence, de Evanescence)

Hoy, tras una semana de intenso estudio, me he enfrentado de nuevo a un examen. Y de nuevo, un gran pene se ha acercado peligrosamente a mí, apuntándome con su glande amenazador... ?Qué mal! Bueno, realmente no es que esté TAN mal, pero es que es Matemáticas, mi amor... Y siempre es una decepción. Aunque bueno, he salido con la misma impresión de los exámenes del año pasado y no suspendí ni un solo examen... Ojalá siga así. Y de nuevo, en cuanta acabe este post, me tengo que poner a estudiar. Esta vez con campos electromagnéticos. ???Qué asquito!!! Menos mal que en 10 días ya se acaba todo, todo se va al carajo, hasta que salgan las notas, que es todo mucho más humorístico...

Hoy, después del examen, he quedado con Laurence para comer. Ha sido muy extraño, porque no me ha dado la impresión de que llevase medio año sin verla. Es que supongo que será porque estoy acostumbrado a pasar largas temporadas sin verla a menudo. Pero me ha hecho mucha ilusión verla de nuevo. Hemos estado hablando de muchas cosas, pero en particular lo que más me ha gustado ha sido cuando hemos hablado de si creía que se había arrepentido al irse tan lejos, a estudiar medicina cuando no tiene ni puta idea de como formular el óxido de hidrógeno. Me ha gustado escucharla defender su decisión, emocionada, ilusionada con todo lo que está haciendo. Es que me estaba dando la impresión de que ella misma no estaba muy convencida. Pero supongo que será normal, tiene mucho que estudiar, y si además no tiene ni zorra, pues más complicación todavía... Pobrecita.

Cuando acabe los exámenes (frase estrella del último post de Bartleby) me voy a poner mi minicadena o mi winamp a tope y no voy a parar de cantar. Creo que es uno de los mayores desestresantes para mí. Coger mi carpeta de letras (o en su defecto, mi lyrc), en la que tengo millones de letras cuando tenía millones de Cd's y ni un solo mp3... Lo pongo a toda voz y canto, canto sin parar, una canción tras otra... El maratón de Pakui... Es extremadamente relajante. Además, todo cae, desde Camela hasta Joan Manuel Serrat (el gran genio)... Qué ganas de que llegue el día 5... Ayyy...

Desde hace ya varios días ando con el moscón detrás de la oreja (qué asco... y más aún después de que Sara me contase todo lo que aprendió sobre las moscas en Fauna) con Irenuca. Hace mil que no sé nada de ella, prácticamente desde que me fui a los EE.UU. hasta hoy. Varios toques que le he dado, un mensaje y todo... Y no sé nada de ella. Mentira, sé que vive porque Mer habló con una amiga que había hablado con ella el día anterior... Vamos, no es que esté totalmente deprimido, pero sí que me gusta saber de ella, y hace ya más de un mes que no puede ser. Espero que sean los exámenes, porque es que si no, que ya no se queje más de que no le damos toques ni le mandamos mensajes...

Bueno, os dejo, que mi amigo Gauss y sus colegas me esperan en forma de apuntes... ???Qué ganas!!!

Apurad, que allí os espero si queréis venir,
pues cae la noche y ya se van nuestras miserias a dormir.
Vamos subiendo la cuesta que, arriba, mi calle se vistió de fiesta.

(Y de fondo: How Deep Is Your Love de los Bee Gees... :$ (cara sonrojada))

Hoy, me monté en el autobús (línea 23) después de darle las clases de matemáticas a Laura, la hermana de Dani Adam (Mi alumna para los amigos). Al montarme, me dirijo a la parte trasera del autobús. Y veo que en una pareja de asientos está sentada una mujer de veintimedios muy desaliñada, en plan indigente, con una percha de estas que tienen un poquito de cuerpo... como las que se usan para los bañadores, para darles forma. Pues bueno, la percha iba "vestida" con un mono de bebé, uno de rayas, con sus patucos y las piernas bien rellenitas, no sé con qué método. El cartón de un rollo de papel higiénico hacía las veces de cabeza. Y lo llevaba en brazos, como si de un bebé se tratase, en la posición esta que se pone a los niños pequeños para que eructen después de haber comido... incluso le dio unas palmadas en el "culete". No sé, en un principio me dio la impresión dde que era un bebé de verdad, un poco 'apamplao' porque no se movía, pero un bebé de carne y hueso. Pero cual fue mi sorpresa al darme cuenta de que era un objeto inerte, que no tenía más vida que la que ella en sus brazos y en su mente le daba. La primera sensación que tuve fue de asombro y, justo después, de pena. No sé, eso de ver a una chavala joven tan sumamente ida como para jugar a las casitas en un autobús con una percha de un gran almacén. �Cómo puede haber gente con la olla tan sumamente ida? Cuando se bajó lo cambió de postura y siguió andando con él, como si el niño pesase algunos kilos, así cargándolo a un costado... No sé, me ha dejado superimpresionado. No he dejado de pensarlo desde que la vi.

Hoy le leído el post de Mer. El primero, creo recordar, de todos los posts que puse aquí fue sobre una visita furtiva al instituto un día de lluvia torrencial. Es que cada vez que paso cerca de mi instituto, algo se revuelve en mí. Ahí he pasao muchos de los mejores momentos de mi vida (también algunos malos, pero esos se recuerdan peor). Ahí conocí gente magnífica, que cambiaron mi vida, me hicieron ver las cosas de distinta manera... Es algo sublime. Cuando estuve en América, un día fuimos al instituto de Irene allí, en Franklin. Y la profesora de psicología nos contó que iban a derribar el instituto para hacerlo con instalaciones mucho más modernas, remodelarlo enteramente. Entonces pensé en qué pasaría si derribase el Martínez. Sencillamente, me moriría... Lloraría muchísimo... Para mí el instituto es el instituto. Un ente en sí mismo. Junto a esas paredes he crecido durante cuatro años, cuatro años que me hicieron madurar a golpe de carcajada, de lágrima o de amistad. Esos pasillos que tanto he recorrido, ese rinconcillo donde Mercedes, Sara, Rocío y yo permanecimos "escondidos" de Carmen un día que nos tangamos su clase, cada uno de los pupitres en los que he estado sentao, le armario de la clase de 2ºBachillerato que un día Sara y yo desentrañamos para cotillear y montarnos historias sobre Isabel Cuenca y su hermana oculta, la puerta del seminario de dibujo a la que tantas veces me he asomado en busca de Marian, la última ventana de la clase de 4ºESO, donde siempre nos quedábamos en los descansos, mientras Inma se fumaba su cigarrillo o Rocío nos contaba sus historias sobre sus "amigas" o mientras Roberto nos contaba cómo era el nuevo videojuego que se había comprado. El salón de acto, donde un día de 1998 muchos de nosotros coincidimos sin esperar que un año más tarde estaríamos pegados los unos a los otros, sin podernos separar... Lss clases de teatro con Chusa... Esos momentos CAV... Todo fue magnífico. Y pensar que todo eso quedaría en mi mente y entre un amasijo de ladrillos y azulejos verdes horribles si algún día eso se viniese abajo... Se me pone el vello de punta de tan sólo pensarlo. No podría superarlo.

Ya ves, la nostalgia ha venido a mí. Hay veces que la odio, que pienso que ojalá no existiese... Pero hay otras tantas que le agradezco mucho que esté cerquita mía... Es la única que me acompaña en esos momentos de añoranza. Mis recuerdos y yo, solitos.

Alumbrando las calles oscuras
todas las estrellas que hoy durmieron solas
(desde el rompeolas me acuerdo de ti)

Hoy, leyendo un post en un blog, he visto que hablaba de "amores de biblioteca, amores de autobús... Esas personas en las que te fijas, con las que nunca hablas, pero que las ves tan a diario que las haces formar parte de tu vida diaria. Pues bien, croe que esto no se lo he contado a nadie, pero yo también tuve un amor de esos. No de biblioteca, porque yo a esos sitios como que no voy, pero sí de autobús. El año pasado yo iba a clase por la tarde. A las 14.30 cogía siempre el autobús, la línea 23. Seguro que la había visto más veces por allí, además no sólo a esa hora. La habría visto muchísimas veces por mi barrio. Pero ese día me di cuenta de que existía. Y simplemente porque le eché un vistazo a su carpeta. Era negra, con varias fotos de sus amigos, que fueron lo que me llamó la atención. Ella estaba sentada y yo enfrente, en estos asientos de 4 personas, que van dos delante de los otros dos, pero viéndose las caras. Le eché un vistazo a la carpeta, me dediqué a buscar a esos chavales en mi memoria, por si los había visto en el barrio, en el instituto, en el colegio... por si los conocía de algo. Pero no, llegué a la conclusión de que no me eran conocidos. Total, que pasé a fijarme en ella. Una chica de estatura media, ni un figurín ni una bolita... Una chavala de lo más corriente, con el eplo castaño y los ojos claros... Se me daba un aire a Mari Ángeles, una compañera de instituto y una amiga. Quizá fue por eso por lo que me quedé más tiempo mirándola. Tampoco pude hacerlo mucho más, porque es que aunque iba hasta el Nervión Plaza, a esas horas nadie toma el autobús y se tardan apenas 10 minutos en hacer ese recorrido.
Al día siguiente, de nuevo estaba allí. Supongo que iría vestida de otra forma, pero llevaría la misma carpeta con la que me llamó la atención. Y así día tras día. Supongo que cada vez que la viese asomarse por la parada, iría más contento a clase. Siempre intentaba ponerme cerca de ella en el autobús, para ir sentados bien cerquita y poderme fijar así en ella mejor. Recuerdo que leía, que llevaba un libro para el viaje. Me gusta la gente que lee en el autobús. Aunque sean 15 minutos de viaje, se llevan su librito. Ella siempre se bajaba más tarde que yo. Me figuraba a dónde podría ir. Lo que tenía más sentido es que fuese una chica de letras, que fuese camino del Rectorado, para ir a clase de Historia, o de Derecho... No, derecho no, que hay mucho pijo. Quizá iba camino de Reina Mercedes, o de la facultad de Bellas Artes, pero me gustó a mí esa idea de verla en clase de Filología o de Historia. así que quedó adjudicada...
Pero el curso se acabó y yo seguí yendo a clase, pero por la mañana. No la he vuelto a ver, salvo un día que la vi con un americanito, en plan intercambio. Iban hablando en inglés. Otro punto a favor: le gustan los idiomas. Pero desde entonces no la he vuelto a ver. No sé cómo se llama, ni qué edad tiene y ni siquiera dónde vive... pero sé que toma el autobús por las tardes.

Ahí está pues, mi amor de autobús. Por supuesto hay otros chicos y chicas en los que también me fijo en el autobús, en los que uno repara, y los inspecciona con la mirada, y los evalúa y se queda con ellos en el recuerdo. Pero no sé, con esta chica fue distinto. Quizá fuese el compartir tantas horas de viaje. Me gustaría volverla a ver... Quizá haya cambiado

Y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren...

(de fondo: Anybody Seen My Baby, de los Rolling Stones)

Hola a todos. Sé que tengo muy descuidado este blog, que empecé esto con ganas, pero que el viaje a los E.E.U.U. ha hecho que apenas haya puesto unas letras en él, y las pocas que he colocado, no hayan sido más que simplemente informativas. Y no creas que esta vez me he metido aquí para llenarlo de un tema interesante, un tema que sea capaz de traer días y días de charlas... En absoluto. No me siento ni mucho menos inspirado de esa manera. Simplemente vengo aquí para que de un posta a otrto no haya más de una semana de por medio. Antes, me hizo gracia, pero mientras leía el post de Mer sobre lo que le gustab ese cantante, lo buena que era su música... yo estaba escuchando a Natalia de Operación Triunfo... Vergonzoso, pero admisible.
Este mediodía, cuando volvía de la facultad, me monté en el 5 en la parada del Nervión Plaza y fue simplemente transcurrir el tiempo de andar desde la picadora de bonobuses hasta donde se ensancha el bus por dentro, donde se pone la gente para ir de pie... Cuando de pronto veo que dos niñatillos empiezan a pegarse de hostias. Y siguieron así durante un buen rato, mientras el chófer, consciente de lo que pasaba en la parte trasera, seguía su recorrido como si nada hubiese pasado. No entiendo como se puede pasar de ese modo, cuando incluso hubo amagos de sacar una navaja y todo... :-S No lo entiendo.
Si hace un mes me lo hubiesen dicho, no me lo hubiese creído, creí que podría pasar bien, sin problemas, pero lo necesitaba. Durante todos estos días de exilio eché muchísimo de menos a mi móvil. Lo tenía ahí, dentro de la maleta insinuándoseme... Y era como una fruta prohibida. Pero sobre todo echaba de menso tus toques nocturnos, a eso de las 23.30 h, cuando te vas a acostar. Es muy extraño, sé que apenas nos vemos y que nuestra relación no es muy fluída: apenas unos mensajes al mes, un mail o dos, millones de toques eso sí... Y sin embargo, me encanta mirar el móvil y ver que tengo una llamada perdida tuya, que me has mandado un mensaje con un trocito de un poema... Y no, no es porque aún siga por tí, porque me muera por tus huesos. Esos tiempos pasaron, pero aún sigo enamorado de tu dulzura, de esos momentos que me dedicas cuando me escribes un mail diciéndome que te gustó la canción que te mandé, o que hace mucho que no hablamos. Quizá es por eso por lo que más he echado de menos a ese aparatejo. Porque tú haces que sea diferente cada día... Porque una vez al día, lo haces tuyo.

Quizá te he imaginado, tal vez sólo he soñado, mi alma ansía por ti, mi piel se duele sin ti, el aire esquiva tu voz... y es tan cruel... la ausencia

(de fondo: el silencio de una casa a las 2 y 20 de la mañana)

Hola a todos. Sé que hace años que no escribo en este blog, pero la verdad es que cuando me conecto, lo hago durante un segundo y no me paro ni muhco menos como para poder escribir unas palabritas. Hoy ha sido el día de la despedida. Me refiero a los americanitos, ese grupillo de genete tan apañada y tan interesante. Primero hemos ido a comer a un japonesito... Estaba todo bueno, y he comido bastante. Al salir de allí, nos despedimos de Annie (la de los M&M's), de JR (un chavalito que suelta de pronto cosas en español) y de Brian (Javi Criado, el de 4º ESO para los amigos). Después tiramos pa Shakies, el sitio de los helados, ese sitio en el que puedes poner 40 cosas a una base más o menos como la del McDonald's, pero es verdad que más buena ^_^. Allí "nos despedimos" de Lisa y Nick2 (lo pongo entre comillas porque quedaron en venir con nosotros después y no aparecieron). Así que como ves, nos quedamos al final "los de siempre": Irene, Gordon, Poe, Brynn y yo. Los cinco juntitos nos fuimos a un sex-shop a las afueras de Nashville. Muy divertido viendo millones de cosas guarrillas y, lo más impactante de todo, animales de plástico hinchables (léanse vacas, cabras, cerdas...) con la abertura vaginal para que te las puedas tirar... ¡¡QUÉ ASCO!!. Al salir de allí, después de estar un ratito, llegó el momento de la despedida con la bizca y su mini amiga, la Edgar
Allan... Muy lindo todo... Ese minigrupo es con el que yo personalmente me siento más agusto... Hay buen ambiente, se puede dialogar... No sé, te hacen ser más participativo. Quizá sean todo prejuicios, o yo que sé, pero es que es así como lo siento. Y ahora estoy aquí, son las 2.30 a.m. y dentro de un par de horas me voy a tener que ir "levantando" para poder salir a las 5.00 a.m. para coger el avión... ¡Qué coraje! Porque es que son 8 HORAS de espera en el aeropuerto JFK, desde el avión de Nashville hasta el de Madrid... Una alegría vaya.

Espero poder veros a muchos el lunes, cuando me vaya a comer al instituto de idiomas (si es que voy... Pero vamos, que al italiano lo más seguro es que si vaya...). Un beso.

The End

(música de fondo: Moriría por vos, de Amaral)

Estaba aquí pensando qué podría hacer y de pronto me he acordado de que tenía un blog por ahí, al que tengo un pelín olvidado... Por eso mismo me he remitido a él, para que todo vuelva a lo de antes

Todo va mejor. Son sólo días de bajón, en los que sólo tienes ganas de meterte debajo del edredón y esperar a que todo a tu alrededor se mueva, cambie, para que cuando tú te levantes sea lo que tu quieras. Pero las cosas así no van, de ninguna de las maneras... Yo nunca he sido una persona emocionalmente muy estable, pero últimamente menos aún. No sé, quizá haya habido demasiados cambios en mi entorno, en al gente que me rodea, que uno piensa: "¿y tú? ¿Cuándo va a llegar la hora de que cambies?" Y te das cuenta de que te has quedado atrás, no sabes como , pero los demás te llevan ventaja... Aunque no lo sea, aunque tú también hasyas cambiado tus cosas, de otra forma, pero las has cambiado, pero de eso no te das cuenta, sólo que tienes esa impresión. Y nada te puede ahcer cambiarla.

Hoy ha sido un día tranquilo, ya que por la mañana hemos ido a la fábrica de whiskey 'Jack Daniel's'. Ha estado genial, aunque la verdad es que no soy un bebedor de whiskey habitual... Pero no deja de ser interesante y excitante, ver como hay litros y litros de magnífico whiskey delante tuya... ;-). Por la tarde, nos hemos dedicado a vaguear por aquí, por la casita... Internet,Spyro en la Play Station, Continental... Todo tranquilo y ameno, todo sea dicho

La verdad es que estos días "americanos" que estoy pasando, los estoy pasando muy bien, muy a gusto... Cada vez que juego al continental significan risas a montones... Y eso que estab yo un poquito escéptico, porque la verdad es que no sabía por dónde podían acabar 25 días con Irene, las 24 horas (casi). Es verdad que aún quedan 10 días de estancia aquí, pero los otros 15 que llevo están siendo geniales. ¿Qué por qué tenía miedo de lo que podía pasar con Irene? Somos dos personas que en ocasiones, como todo el mundo (supongo) chocamos, pero creo que somos demasiado orgullosos/testarudos y por eso esos piques se magnifican. Además, la verdad es que la "experiencia" vivda aquí por Diego me tenía un poco "sobre aviso"y venía por ello un poco 'suspicious', pero, como creo que ya he contado antes, han pasado dos años de aquello, ni tampoco yo soy Diego... Además, son menos días y supongo que eso influirá. Por lo que termino este post con un balance positivo en gran medida... :-).

P.S: hoy me he dado cuenta de que una chica tiene puesto en un post suyo en otro blog, un link a mi blog puesto... Pero es que no sé quién es ni nada... No sé... :-S