(Y de fondo: Una furtiva lagrima, de la ópera L'elixir d'amore... Una furtiva lagrima negli occhi suoi spunto: quelle festosee giovani invidiar sembro...)

De nuevo, y sirviendo seguramente de precedente, estoy escribiendo muy tarde. Me estoy planteando tener que dejar de escribir, que esto de escribir una vez cada diez días no sé yo si será moral y ético, pero no sé, es que tampoco me sale escribir todos los días, y viendo el plan de mi último post, del que esperaba una respuesta seria... Yo no sé a dónde vamos a ir a parar. Y es que últimamente estoy algo alicaído. No sé, quizá sea un cúmulo de cosas que se agolpan, que oprimen el pecho y apenas dejan respirar. Pero es que siento que me estanco. Sí, sé que es siempre el mismo rollo, que es lo más típico del mundo, pero es que no sé, me da muchísimo coraje, y yo no quiero, no quiero estar así. Por ejemplo, sé que en otros momentos, el domingo pasado para mí hubiera sido un día normal, de esos en los que sales a cagarla al centro, a dar una vuelta, aprovechas y te tomas un crèpe (o como se escriba, que hace ya mil años que no doy francés y todo eso se olvida, aunque haya mucha gente que crea que aún sigo practicándolo a menudo), pero es que yo no tneía ganas, no tenía ganas de estar allí. No sé por qué, fue una sensación completamente extraña, quizá no en estos últimos días, pero sí que de un tiempo a esta parte me siento así. Y sentía que no me lo estaba pasando bien, y que quería irme... "Irme y qué" me decía yo... No podía irme y meterme debajo del edredón, no podía irme y dar yo solo 3 vueltas por el centro, no podía coger el bus y liarme a dar vueltas... Eso no serviría de nada. Sé que el problema no estaba allí fuera, en ninguna de las 5 personas que me acompañaban. Sé que el problema estaba dentro de mí, en mis entrañas. Pero es que no sé cómo arreglarlo. Quizás lo mejor sea esperar un tiempo, a ver si esto no es más que una simple mala racha, que se va lo mismo que ha venido, que compró un billete de ida y vuelta... NECESITO que sea eso. La solución no es estar encerrado en mi casa 30 días, sin ver a nadie, sin saber nada de nadie. Sé que la solución tampoco es cortar por lo sano y buscar otros rumbos, sé que eso no es lo que funciona. Pero como no sé nada, pues sigo a ver si el tiempo me enseña algo.

Hoy necesito
Que me abraces fuerte
Por encima de los miedos y prejuicios
Que alcances ya los huesos
Y me despiertes lejos
De esta torpe selva a fin de siglo