martes, febrero 17, 2004
Hay veces que me siento mal, y es que hoy he descubierto a una niñita del barrio que me pone mucho... No sé, es una niña de 14-15 años, una niña. Una chiquilla que apenas está empezando a ser una mujer. Evidentemente no es que sea una obsesión gigantesca, pero sí que cuando la veo pasar, me gusta fijarme en ella, verla por ahí andar. Hoy, por ejemplo, la he visto volver del colegio, con el uniforme, estaba monísima (por no decir potentísima)... Y cuando me paro, me siento mal. Yo, un chaval ya de 20 años echándole el ojo a una niñita de 14 ó 15... Eso es que me estoy volviendo un viejo verde, Marx mío.
Dentro de un rato salgo camino de casa de Irenuca... Menos mal, porque es que si no llega a ser porque tiene la pierna jodida, no sé absolutamente nada de ella, me podría morir esperando para saber algo de ella. Pero bueno, esas cosas ya se saben, que uno se va, hace nuevas amistades y, probablemente, terminas pasando un poquito de las que tenías antes. Pero bueno, la voy a ver hoy después de... ¿dos meses sin verla? Espero que todo vaya bien, que no haya contratiempos... Por el resto, la cosa no va mal, evidentemente podría ir mejor pero también podría ir mucho peor. En lo que a mí respecta, bien. Pero no sé, me da un poquillo de pena que Gon se vaya, no por nada, sino por Sara, porque sé que ella sí que lo va a echar de menos (NO!!! Si te parece...). Pero bueno, nadie lo olbiga a irse, es él el que quiere, y si así lo desea, seguro que le va bien, yo se lo espero. Además, todavía queda un rato para que eso pase, que no se va mañana...
Bueno, tampoco tengo grandes cosas que contar, mi vida no es nada apasionante, pero es que tampoco tengo ganas de pensar, quizá tenga demasiado sueño para eso... Ya nos veremos si acaso más tarde
Hoy no tengo ganas de cambiar el rumbo
no tengo fuerza pa´ subirme al mundo
hoy me quedo donde estés
tejiéndonos la piel con cosas del querer