lunes, diciembre 15, 2003
Cuando leas esta carta, no cierres esos ojos, que tienen la luz que me falta...
Hoy he estado arreglando mi escritorio y de pronto me he topado (como quien no quiere la cosa) con una carpeta, ya muy vieja, forrada de papel de regalo con motivos de papelería, forrada de plástico transaprente medio rajado y decorada por dentro con imágenes del Episodio I La Amenaza Fantasma... Supongo que esto no te dirá mucho, que simplemente pensarás: "ah, ?si? Pues muy bien...". Pero lo peor de todo es lo que esa carpeta ya olvidada guarda dentro de sí... Algunos años de correspondencia con los que son mis amigos y con los que un día lo fueron... Y leyéndolas me ha entrado añoranza... Me pregunto que hubiese pasado si le hubiera dado una segunda oportunidad... Dónde estaríamos ahora, ella y yo, los dos. Quizá estuviésemos juntos, quizá estuviésemos separados... Pero ahora me planteo si quizá no se magnificaron las cosas, que teníamos 16 años, que esas cosas se hacen, se dicen, se piensan. Lo he pensado y me ha dado pena. Me ha dado pena de ella, de mí, de lo que un día fue, de lo que después no fue, todo el tiempo que hemos pasado juntos y todo el que hemos pasado después separados. Porque ella era importante, ella era una amiga, una amiga más, era muy importante... Y sin embargo, un verano pasé a olvidarla, a querer enterrarla en lo más hondo de mi pensamiento, de buenas a primeras, como si fuese una compañera de clase más. Y ahora me a cruzo por los pasillos y siento el impulso de decirle: "??Qué pasó?? ??Por qué acabamos así??" No puedo evitarlo. Y sigo pensando que lo hice y, sobre todo, lo hizo mal. Por eso es por lo que hoy he escrito este post, porque cuando he estado leyendo esas cartas no he podido evitar un brillo en mis ojos y una pequeña sonrisa melancólica...
Me levanto decidido y me acerco a ti, y algo en mi pecho se tensa, se rompe. "?Cómo estás? Cuánto tiempo, ?te acuerdas de mí?" Y una sonrisa tímida responde: "Perdone, pero creo que se ha equivocado". "Disculpe, señorita, me recuerda tanto a una mujer que conocí hace ya algunos años"...
Me levanto decidido y me acerco a ti, y algo en mi pecho se tensa, se rompe. "?Cómo estás? Cuánto tiempo, ?te acuerdas de mí?" Y una sonrisa tímida responde: "Perdone, pero creo que se ha equivocado". "Disculpe, señorita, me recuerda tanto a una mujer que conocí hace ya algunos años"...
